lunes, 18 de enero de 2010

HAY QUE SER...


“Gracias a la vida, que me ha dado tanto”, decía Mercedes Sosa con esa gravedad sensible que caracterizaba todas sus canciones, antes de marcharse silenciosa y discretamente. Hoy lo canta Pasión Vega, esa malagueña que es capaz de multiplicar por sedas cada uno de los versos que pronuncia. Muchos más han entonado este mensaje y muchos también lo tarareamos estos días cuando en nuestra mente se repiten esas imágenes descarnadas de niños aplastados, edificios reducidos a cenizas, de silencio muerto.
Mañana de domingo, de desayuno y paseo marítimo. Llevaba mis cascos puestos y, mientras oía esta canción, me sentí dichoso. La dicha de estar vivo, de no haber nacido en la pobreza, de tener una casa, una familia y amigos. Una dicha tremendamente injusta, azarosa, inhumana, si cabe, porque cómo es posible que un sentimiento así me desborde cuando todo un país casi ha desaparecido. Hay pudor y, seguramente, egoísmo en mis palabras, pero es en estos momentos en los que se te olvida todo excepto el mero hecho de seguir de pie, caminando, y hacerlo es una forma, también, de honrar a los muertos.
Como siempre pasa y seguirá pasando, hay quien hace fortuna de las desgracias ajenas. Robos, pillaje, engaños… Parece de película que los bancos estén cobrando comisión en las transferencias e ingresos que los ciudadanos están haciendo para arrimar el hombro en Haití. Cuando creíamos que la impunidad de los banqueros había llegado a su límite, nos encontramos con que la poca vergüenza, la falta de escrúpulos y la avaricia son capaces de esquivar los obstáculos de la honra, la humanidad y la ética. Hay que ser hijo de puta. Puedo admitir que me roben todos los meses con unos intereses descabellados en hipotecas y tarjetas. ¿Pero a un niño sin familia, a cientos de miles de personas sin hogar? Hay que ser…
La tomadura de pelo ya es excesiva y sigue arañando la credibilidad de todo lo que nos rodea. A qué agarrarse, a quién creer. La confianza que depositáramos durante décadas en las instituciones está también viniéndose abajo.
En estos días parece que son las redes sociales de Internet las que están supliendo los vacíos que las sociedades contemporáneas no saben cómo llenar. La mayoría de los internautas están construyendo una Web en donde compartir y participar gratuitamente son la carta de presentación de una apuesta por superar lo ya caduco, envilecido y acartonado, aunque siga habiendo intentos de acotar dicha libertad de movimiento. Quienes se opongan a ello tienen la batalla perdida de antemano.
Facebook, MySpace, Tuienti… ofrecen más garantías que una caja de ahorros o un gran banco internacional, y ya son millones de usuarios los que se han adherido a la causa humanitaria a través de la pantalla del ordenador. Aquí, por ahora, no roban.
Es espantoso. Y encima se me acaba de ocurrir que algún banquero habrá también hoy paseando su mañana deliciosa y tarareando la misma canción que yo. Que sofocón. Será...


José María García Linares (18/01/10)

3 comentarios:

Juan G. Marrero dijo...

Pues si....
¿Maldad...?
En nuestro blogspot he intentado abrir un debate sobre LA SOMBRA, o MALA SOMBRA que todos llevamos dentros, pero que algunos desarollan para llevarla a un extremo INFRAHUMANO...

Victoria dijo...

Coincido plenamente contigo y comparto tu indignación por la usura de los bancos.Que sean entidades jurídicas y no físicas les permite el comportamiento arrogante e insensible con cualquier causa.¡Para sensiblerías ya tienen la Obra Social!
En la red parece estar el futuro. La gente se agrupa por solidaridad,por conciencia o por una actitud ética que les lleva a algo parecido a lo que en la transición llamábamos autogestión.
El modelo 'necesita mejorar', pero es por donde caminará el futuro.
Cada vez te superas un poco más. ¿No te causará problemas con tus amistades melillenses?
Un saludo.

José Mari dijo...

Gracias por vuestros comentarios. No temas, Victoria, por mis amistades. Son muy pocas las que verdaderamente me importan allí y, además, cuando escribo intento no centrarme en problemas únicamente melillenses. Esta columna surge a raíz de unas denuncias que dio la Cadena Ser a nivel nacional.
Un saludo!!!!