lunes, 19 de diciembre de 2011

LOTERÍA


 Llega diciembre y nuestras vidas se convierten en oraciones condicionales. “Como me toque la lotería va a ir a trabajar Rita la cantaora”, “Como el 22 me toque el gordo, mando a mi jefe a tomar por…” o “Si tengo suerte, a partir de mañana no madrugo”. Todo se nos llena de deseos, de hipótesis, de conversaciones inexistentes dentro de nuestras cabezas en las que decimos, por fin, lo que no podemos pronunciar porque, oh Fortuna, nunca nos toca el Gordo de Navidad. De todas maneras, lo de dejar de ir a trabajar ya no es cuestión de que tu décimo resulte premiado. A poco que te descuides te vas a la calle y, encima, con una indemnización de mierda. Incluso vas a tener la oportunidad de no cansarte de tu superior porque apenas tendrás que trabajar más de cuatro horas al día, con esos miniempleos tan 2012 y tan europeos. ¿Se referirían a esto los mayas cuando hablaron del fin del mundo? Míralos, con sus taparrabos y sus caras pintorrejeadas, y qué lucidez para llamar a las cosas por su nombre. ¿Huracanes? ¿Maremotos? ¿Cuerpos celestes en plan Armagedón? Según los expertos se trata de un meteorito que viene de la galaxia OCDE, un sistema planetario a años luz de la justicia y del respeto por el trabajador, y que va a aplastar nuestras posibilidades de progreso y de mejora. Los andaluces que no se preocupen, a ellos no les afecta nada que tenga que ver con avanzar y superarse, según Cayetano Martínez de Irujo. Están muy ofendidos por las palabras de este señorito de derechas, terrateniente conservador, noble, de estos que históricamente han tenido sometido a los campesinos, explotados, casi esclavizados, sin derechos y sin un jornal digno y justo. Claro, por eso nadie se extraña de que en dicha Comunidad Autónoma haya ganado un partido de izquierdas las elecciones municipales y generales que, como se sabe, es el que defiende al campesinado y al currante… ¿o no ha sido así? “Deshe luego, Antonia”, que dirían los Morancos.
            Ay, Virgen Santísima del Socorro, ¿qué les pediremos este año a los Reyes? Lo que pedirá Urdangarín más o menos lo sabemos. Su carta ha salido en los medios de comunicación. Qué falta de respeto. Así no hay forma de mantener la ilusión. La mía, desde luego, no se la enseño a nadie, nada más que a mi mujer y a mi madre, y que ellas se encarguen de transmitir mis humildes deseos. Mis alumnos de Primero de ESO, confundiéndome por mis pelos y mi barba con Gaspar, me han pedido un aprobado. Qué inocentes y qué monos. Les repetí las mismas preguntas en la recuperación y además les chivé otras tres, con lo que, con una semana de antelación, disponían de siete preguntas de diez. ¿Imaginas, lector, el resultado? Exacto. En estos días de evaluaciones, turrones, regalos y cartas, yo me estoy acordando como nunca de su majestad el rey Herodes. Cosas de la vida de enseñante, ¿verdad? Me decía unos días atrás un amigo mío que en un instituto de la Península un quinceañero intentó violar a una profesora y que la medida tomada por las autoridades ha sido trasladarla a ella de centro. Cómo se relaciona todo, es fascinante. Resulta que en Chile, si te toca la lotería, te está tocando la polla… ¿Comprarían alguna participación alumno y profesora? No seguiré por aquí… A lo nuestro.  Seguro que estaría provocando, la muy buscona. Los menores no tienen maldad, ya lo sabemos. Si le han tocado las tetas es porque las llevaría muy levantadas… Luego dicen que los funcionarios españoles son improductivos. Qué manera de motivar a la chiquillería.
            En fin, lector. Iba a desearte que te tocara la lotería, pero para serte franco, prefiero que me toque a mí. Así que te deseo toda la salud del mundo y unas felices fiestas con los tuyos. 

José María García Linares (19/12/2011)
           

lunes, 12 de diciembre de 2011

COLLEJAS Y NOMBRES

"Mamá, Miguelito no me ajunta (no majunta, para ser más exactos)”. Ay, la de veces que habrán oído nuestras madres quejas de esta guisa cuando iban a recogernos al colegio. Llenos de mocos y churretes, y bien agarrados para que el hombre del saco no nos llevara en una de ésas, íbamos aturdiéndolas y poniéndoles la cabeza como un bombo después de una plácida tarde, para ellas, de punto y Falcon Crest (no seas retorcido, lector, que en mis tiempos todavía eran pocas las madres que trabajaban, también, fuera del hogar). Miguelito era, además, el típico líder que conseguía que todos hiciésemos lo que él decía, así que era prioritario ser su amiguito. Así nadie te quitaría el regaliz de fresa o los Peta Zetas. En fin, ya sabemos que un parvulario es como una reunión de la Unión Europea. Todos los pequeños chapurrean sin acabar de entenderse entre ellos, hoy besan a uno y mañana lo empujan en el patio, como buenos interesados, el más listo le quita las Oreo al más bobo y al final un número no pequeño acaba haciéndose pis encima cuando les regaña la señorita.
A nuestro Mariano, por ahora, tampoco lo ajuntan en Bruselas. No ha empezado todavía su particular curso escolar y ya le han soltado la primera colleja. Cómo somos los españoles, ¿verdad? Nos creemos que todos los demás tienen la misma facilidad que nosotros para el olvido. Por ahora nadie en Europa ha olvidado nuestra situación financiera actual. Hay que ser muy español y tenerlos excesivamente cuadrados para pedir, con la que nos está cayendo, derecho de bloqueo en el nuevo mecanismo de estabilidad de la UE. Me está entrando la risa floja. ¿Se lo imaginan, todo serio, enchaquetado, con esa pronunciación tan seductora y particular, dirigiéndose a la Merkel y diciéndole “Señor Rodríguez Zapatero, quiero que España tenga derecho a bloqueo…?” “Oiga, señor Rajua (porque confundirá el oy de Rajoy con el oi francés) Zapatero lo será su madre”, le habrá contestado doña Angela. A los del PP les encanta no sólo el poder sino el hacer ostentación del mismo. Rajoy está loco por sentarse al lado de la nibelunga y por comerse unas salchichas con tomate junto a ella y con Sarkozy, también, a su lado. Qué tiempos aquellos en los que éramos vanguardia de la política internacional junto con Blair y Bush. Nuestro purito, nuestros pies encima de la mesa, nuestras armas de destrucción masiva, nuestro bigote. Ese es el sitio de España, a la cabeza del nuevo Imperio. Ay, lo alemán y lo español otra vez unidos, como en los tiempos de Carlos V.
Qué ridículo. Hasta para fusionar los nombres tenemos problemas vergonzantes. La hidra alemana y el marido de la primera dama Carla Bruni se han convertido en Merkozy, que parece el enemigo más siniestro y poderoso de Mazinger Z. Nosotros hemos acudido a esa reunión fusionados en Zapatoy o Rajatero, no sé cuál es peor. El primero suena a pueblo abandonado, de donde tuvo que marcharse la gente joven por falta de trabajo y expectativas. Rajatero, por su parte, es nombre de toro atravesado. No sabemos de qué ganadería, porque aquí ya nadie gana nada, ni si es el logotipo de alguna bodega recién abierta. Tenemos claro, no obstante, que da cornadas irracionales a derecha y a izquierda y que tiene un magnífico lomo para que los mercados le pongan sus banderillas. Lo de los nombres es todo un mundo… Qué interesante. Voy a seguir probando: Rubalcón, Chacaba, Rubalkarma…

 José María García Linares (12/12/2011)

viernes, 2 de diciembre de 2011

DÍA DE LA LIBRERÍA



Qué nos gusta celebrar en los colegios o en los comercios los famosos ‘días de’. Día de la Biblioteca, Día de la mujer trabajadora, Día del museo, Día del libro, Día de la Tierra, Día de la Librería, etc. Esto es algo que les pirra a los psicopedagogos en las escuelas y los institutos, siempre pendientes de la última ficha que corra por internet o de la penúltima canción que podríamos los profesores enseñarles a los niños. Nos dan hasta dibujos para colear. Todo un despliegue, vamos. Aquí en España, por lo menos, todo lo que lleve delante el lema ‘día de’ está enfermo o en las últimas. Si es el Día contra la violencia de género, cada vez son más las víctimas; si lo es de la Biblioteca, ahí las tienes muertas del asco; si es de las librerías, míralas, acosadas por Carrefour, FNAC o La Casa del Libro. Ni te cuento el Día del Estudiante o el del Docente… A la espera de la extremaunción o de la eutanasia.
Estos días se celebran, en muchísimos casos, para no olvidar o para remover conciencias. Una sociedad que necesita dedicar un día a recordarnos a todos que vivir en sociedad es hacerlo en paz y respetando al otro es una sociedad casi en fase terminal. De la misma manera, cualquier formación social que dedica en sus calendarios fechas para reivindicar el papel de la lectura, el estudio, la memoria histórica, la investigación o la ecología está en manos de gobiernos dirigidos por mentes utilitaristas e ignorantes que han olvidado la dimensión humana de los ciudadanos a los que representan. Se celebran el Día del libro, el Día de la biblioteca o, recientemente, el Día de las librerías básicamente porque el español medio ya casi no lee libros. A este paso tendremos que buscarle un hueco al Día del español con trabajo, puesto que cada vez hay más gente parada.
Luego está, por supuesto, el tufillo que estos días tienen a mercantilismo. Que los gobiernos socialistas y populares de la democracia española han descuidado la formación humanística de sus ciudadanos es un hecho evidente. Que hoy un chaval de 18 años acceda a la universidad sin saber escribir correctamente y con dificultades para entender lo que lee no es una maldición bíblica caída del cielo. Suprimir asignaturas como Literatura española (sin Lengua Castellana) tiene estas cosillas. La solución, sin embargo, no es promocionar ferias con libros y rosas, por poner un ejemplo, o performances en librerías para frikis de camisetas negras. Eso se hace cuando la cultura se concibe como mercancía. Y cuando hablamos de mercancías, hablamos, pues, de una cosa más entre otras tantas. Por qué no, entonces, el Día de la corbata, o el Día de las medias o el Día de la chirimoya.
El papel de las librerías (cuyo día se celebró, lamentablemente, el 25 de noviembre) fue fundamental para consolidar nuestra democracia. Si hoy hay que reivindicar su día es que algo se está haciendo muy mal. Confundir el fondo de una buena librería con la web de Amazon, por ejemplo, es un error lamentable. Así están las cosas, no obstante, y así seguirán porque lo que hoy interesa no es formar lectores competentes y bien formados con capacidad de elección, sino consumidores de la última novedad o del último premio.

José María García Linares (28/11/2011)

viernes, 25 de noviembre de 2011

ABATIDO


Estoy abatido. Escribo esto en la tarde del domingo, cuando todavía no se sabe quién va a ganar las elecciones, al menos oficialmente. Acabo de llegar del colegio electoral después de haber estado días sopesando si debía de participar. No lo tenía muy claro y sigo sin tenerlo, pero he vuelto a ver las caras de los candidatos en la tele esta mañana y me he revuelto. Por mi boca han salido improperios con forma de serpiente, insultos del color del rayo, alegaciones repletas de asteriscos. He pensado en los médicos, en los maestros, en la gente parada, en mis alumnos que ya han terminado sus carreras y no tienen trabajo. He creído necesario actuar contra el PP y contra el PSOE, contra el bipartidismo, el engaño, la mentira y la pleitesía hacia los mercados. Contra el discurso huero, las falsas esperanzas, la ambigüedad, el cinismo y los coches oficiales. No creo que el voto solucione lo que está ocurriendo. Simplemente me ha parecido la posibilidad más cívica de expresar mi desasosiego, mi perplejidad y mi rabia. Es tremenda la expresión “gane quien gane”. Si fuésemos los españoles capaces de superar esa realidad dividida en dos bandos, esas dos Españas enfrentadas, ese o conmigo o contra mí, si fuésemos capaces, digo, de levantar la cabeza y mirar un poco más allá, nos daríamos cuenta de que ni uno ni el otro van a sacarnos del pozo, de que estamos ante un gravísimo problema estructural que ya ha tumbado a varios países y de que no solo está enfermo el sistema, sino las soluciones que se aportan desde el mismo sistema. Seguramente me equivoque, pero con las cifras de este último fin de semana en la mano, me da la sensación de que podemos estar ante el Gobierno más efímero de la democracia, gane quien gane. ¿Aguantará nuestro país lo que no ha podido aguantar ni siquiera Italia? Ya veremos. Ha sido una campaña electoral lastimosa, horchatera, sin sangre. Cansada, podríamos decir. Cansados estamos millones de españoles.
Hay un poema de Czestaw Mitosz que no me resisto a traer aquí. En parte son los culpables de que me haya puesto los zapatos y haya salido a echar mi voto. Dice así:
De una pequeña semilla de verdad cultiva la planta de la mentira, / no imites a los que mienten despreciando la realidad. / Que la mentira sea más lógica que los acontecimientos, / para que los cansados del viaje encuentren reposo en ella. / Tras un día de mentira, reunámonos en un círculo selecto, / reiremos, nos golpearemos los muslos cuando alguien recuerde nuestros actos. / Repartiremos elogios bajo el nombre de perspicaz pensamiento / o elogios bajo el nombre de grandeza de talento. / Somos los últimos que del cinismo saben extraer la alegría. / Los últimos para quienes la malicia no está lejos de la desesperación. / Ya nace una generación mortalmente seria, / que tomará literalmente lo que nosotros tomábamos a broma.

Ahí lo dejo, que hoy no puedo más.

José María García Linares (21/11/2011)

lunes, 14 de noviembre de 2011

LOS PECADOS DE PAQUIRRÍN


Ay, qué razón tenía Jaime Peñafiel cuando, gafas en mano, le decía a la Campos que “Letisia no me guhhta, no me guhhta, María Teresa”. Detrás de estas palabras se escondía más una advertencia general hacia los advenedizos a la Casa Real que a la persona en sí de Letizia Ortiz. Los príncipes y las princesas, le pese a quien le pese, se deben casar con sus iguales. Eso de mezclar la sangre azul con la roja da resultados muy comprometedores. La infanta Elena ya está divorciada. Su hermana Cristina, por ahora, es puro bochorno con la que tiene montada Urdangarín. Y ejemplos en Europa no faltan. Hay que estar preparado y educado no solo para disfrutar y vivir holgadamente, sino para aguantar y cumplir con las responsabilidades que te tocan por tener de suegros a los Borbones.
Y es que la preparación es fundamental. Nada más que hay que mirar la portada de Hola de esta semana para darse cuenta de que, hasta para ser portada, hay que currárselo y trabajar muy duramente. La Pantoja, su Paquirrín “que me lo como entero” y la nuera, felicísima y preñada, anunciando futuro nacimiento y boda. Todos agarrados, sin una arruga, hasta el punto de que no se sabría muy bien quién es la suegra y quién la novia, salvo por la mata de pelo moreno de la primera. Desde pequeñito en las revistas, en los escenarios y en los programas de corazón. Le han pagado 800.000 euros a la pareja por la exclusiva de estos días y por unas pocas más en el futuro. Qué suerte. Menuda caña que le han dado siempre a este muchacho por ser gordo y feuchillo, y ya de mayor, calvo, digámoslo sin pelos en la lengua. Y ahí lo tenemos, hecho un toro, feliz, arrejuntado con una chica guapísima y en primera línea de la parrilla televisiva. Todo el mundo quiere hablar ahora con él, hasta su difunto padre, que fue a verlo al programa de la médium de Telecinco. Y sin estudiar, “pa que veas”, que dirían algunos de mis alumnos.
Paquirrín, hoy Kiko, es de los que pensó siempre que las matemáticas, la filosofía y la literatura eran pecados mortalísimos, y por eso no las estudió, como está pasando en el I.E.S. Rusadir con estos alumnos musulmanes que no estudian música porque la disciplina no es otra cosa que la trompeta de Satán, decía ayer domingo el diario El País. Menos mal que Paquirrín nunca tuvo nada en contra de la canción ligera y mucho menos de la copla. En mi caso viví algo parecido pero con matices, claro. “El de plástica es peor que el diablo”, le decía siempre a mi madre. Mi santísima progenitora, tan responsable, en vez de prohibirme realizar aquellos instrumentos del mal que eran las gamas de colores, prefirió hacérmelas ella. Cuestión de educación, claro. Al parecer estos chicos del Rusadir llevan tiempo (algún curso en otro centro) sin estudiar la asignatura de música debidamente, sin que se hayan tomado las medidas que se tomarían si, en vez de ser alumnos musulmanes, fueran laicos o cristianos, judíos o hindúes. Aquí la patata caliente la tiene la Dirección Provincial y la Inspección, porque ya llevamos dos reportajes en este periódico nacional en donde da la sensación de que hay, presuntamente (vaya a ser que…) dejación de responsabilidades por parte de la administración. Que sepamos, la educación en España es un derecho y, además, una obligación para todos los alumnos, sin distinción de raza, sexo o religión. ¿Por qué estos episodios (sí, minoritarios y puntuales… por ahora) de burkas y flautas diabólicas en un centro español y aconfesional? ¿Qué hubiera pasado si una familia cristiana hubiera dicho exactamente lo mismo y le hubiera prohibido a su hijo estudiar música? Enseguida se hablaría de asuntos sociales, inspecciones, mediadores, orientadores, concejales, directores, etc. ¿Darán las autoridades una explicación seria y rigurosa de lo que está ocurriendo? Quedamos a la espera.

José María García Linares (14/11/2011)