martes, 12 de junio de 2012

LOS VENGADORES

Los salvadores de la PPatria, los defensores del reino de España (una, grande y libre, da hasta risa), los que se parten (o reparten) la cara por nosotros, esos mismos, han cumplido su palabra. Vinieron a sacar a España del hoyo y, por fin, pusieron el sábado a la UE contra las cuerdas para que nos dieran la pasta. Rajoy lo ha conseguido. Han claudicado porque él así lo ha exigido, sabedores como somos del poder que este icono de lo bien hecho tiene en Bruselas y en el mundo entero. Los miró a la cara y pronunció su amenaza con su particular acento.
Ahí los tenemos, nuestros Vengadores autóctonos a lo Marvel pero hasta arriba de caspa: Soraya en el papel de la Viuda Negra, tan ágil en sus golpes y tan torpe en sus palabras; de Guindos enfundado en su armadura de acero, disparando contra los mercados; Rajoy como el Capitán España, escudo en mano, persiguiendo a los alemanes; Hulk, el increíble Wert, más verde que nunca entre mamporro y mamporro a la educación pública; Fátima Báñez con su martillo en el papel de Thor, el dios del trueno y la melena Pantene… Podemos estar orgullosos de nuestros representantes, héroes patrios, superhéroes de las finanzas y la transparencia, poderosos semidioses que son capaces de compaginar rescate y fútbol. Viva España. “Sube la mano y grita gol”, que cantan estos días los mercados y la UE. Nos han goleado, sí señor. Tiqui taca, tiqui taca, dice la Merkel mientras brinda con su jarra de cerveza con la Lagarde. “Tengo que recomendarte a mi peluquera”, cuentan que le dijo ésta a la alemana.
“Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Este es el lema de Spiderman, válido para cualquier superhombre. Los nuestros, en su cruzada contra el mal, han ido todavía más lejos, y para erradicarlo completamente han decidido abrirles las puertas de los bancos a los ladrones con el objeto de que vuelvan al redil por sí mismos. Así se ahorra energía y tiempo. Qué lumbreras han demostrado ser con la Ley de Amnistía Fiscal. A partir de ya los narcotraficantes, los delincuentes que trafican con personas, los desalmados que amasan fortunas con la prostitución ilegal, los que engañan a las autoridades y al fisco, los que piratean esa cultura que el ministro quiere proteger… todos los malandrines, que diría don Quijote, todos, toditos, pueden acercarse al Ministerio de Hacienda para blanquear su dinero, que nadie les va a pedir cuentas sobre la procedencia de esos millones. Futbolistas, banqueros, pilotos de fórmula 1, empresarios, urdangarines, etc., animaos, traed vuestro dinero que os lo vamos a poner a un precio que ni en los paraísos fiscales. Esto es España. No todo va a ser la siesta.

Dicen las malas lenguas que Benedicto XVI está por traerse aquí también sus ahorrillos y los de la mafia, vaya a ser que los malditos laicos italianos le fastidien el negocio. La lucha entre las fuerzas del bien y las del mal en el Vaticano se parece cada día más a una pelea de hechiceros de los libros de Harry Potter, pero con varitas de oro y diamantes y túnicas de las mejores telas. Vente para acá, Ratzinger Z, que con ese nombre de robot encajarías muy bien por estos lares. Eso sí, siempre que estés dispuesto a hacer el bien, a defender el interés de los españoles y a vengarnos de las humillaciones de nuestros vecinos. A por ellos, ¡oeh!

José María García Linares (12/06/2012)