martes, 4 de enero de 2011

EMBARAZADO


Me puse a empujar desde que salí de la ducha el 31 por la mañana. Desnudo ante el espejo vi la luz, entre vapores. Se difuminaron mis desvelos con el vaho, mis temores se afrutaron con los olores de los geles y fui todo esperanza y buena nueva. He salido de cuentas, pensé ante mi barriga reflejada, no me he pasado con las cenas. Comprendí que no había mal que por bien no viniese y que todavía estaba a tiempo de cobrar los 2500 euros de Zapatero. Acabé arriñonado. Que no llego, me dije toda la tarde, que son las seis y aún no tengo contracciones. Apreté la correa de los vaqueros para hacer presión pero, salvo unos gases impertinentes y desconsiderados, no conseguí efecto alguno. Al final empecé el año como terminé el anterior, engordando y con mi cuenta bancaria a punto de pedir cita en el psicoanalista. Mientras llegaba la hora de las gambas los medios de comunicación se afanaban por mostrarnos lo mejor de 2010 y lo peor de 2011. Sube todo en esta España de viagra y pandereta, desesperanzada y sin humos, que seremos pobres pero con conciencia ecológica. Parece ser que lo único que seguirá bajando o bajándose son las películas y los discos por Internet, gracias a la ineptitud de la ministra Sinde, que ha estado a punto de dejarnos Sinde-scargas (el chiste no es mío, pero como pica, aquí lo dejo). A ver si se entera la artista de que no es lo mismo piratear que descargar, que en España ya se paga un canon por cada chisme tecnológico que se compra y que cualquier persona que se baje algo está pagando para hacerlo, lo que ocurre es que las perras se las lleva Telefónica o Vodafone. Pirata lo será tu… Por supuesto que hay que proteger la propiedad intelectual, pero sin tomarle el pelo al usuario, sin hacer endiablados juegos de palabras, que todavía quedamos unos pocos que no hemos estudiado con la LOGSE y que conocemos cómo funcionan los campos de poder, las relaciones que hay entre el mundo de la política y el de la empresa cultural y los intereses que se generan entre unos y otros. Ay, Sinde, que se te ve el plumero. Y yo sin dar a luz.
Ahora, el disgusto, además de mi embarazo navideño y psicológico, me lo dio Telecinco nada más entrar en 2011. Me quitan a mi García Campoy de las Mañanas de Cuatro. Si lo de Gabilondo era un síntoma, lo de mi Concha es ya una venganza. La única mesa de debate de la parrilla televisiva sin insultos ni gritos. La única con rigor y con conocimiento de causa. Veremos a ver las nuevas Mañanas. Qué pestazo a mamachicho. Esta fusión entre la cinco y la cuatro, como vulgarmente se las conoce, es una malísima noticia. Lama, te lo han puesto a huevo. Cógete el AVE, que ahí no hay controladores, y tira para la COPE con Paco y Pepe Domingo, aunque no podáis ya pediros el purito.
Menudo comienzo de año. Menos mal que todavía tienen que venir los Reyes Magos cargados de ilusión y de alegría. Esperemos que la crisis no les afecte también a ellos. Las malas lenguas dicen por la red que a los niños malos, en vez de carbón, les traerán este año mierda de camello, que es más barata y ecológica. Menos mal que tú y yo, lector, hemos sido muy buenos, sobre todo tú que, un año más, has seguido con paciencia y dedicación estas palabras mías. Que te traigan toda la felicidad y sosiego que te mereces. Felices Reyes.
José María García Linares (03/01/2011)

1 comentario:

Juan G. Marrero dijo...

¡Hola José María...!
¡Feliz.....!
Acabo de leer un libro MUY BUENO, CONTRALUZ de Thomas Pynchon.
Envíame un correo interno si quiere que te lo envíe a: juangremg96@yahoo.es
Hay críticas sobre el en nuestro blog.
Saludos