Mi hermana tiene puesto el programa
de la Campos. Está hablando una señora sobre los signos del zodiaco. Me
ha prometido felicidad y buenos proyectos para este 2012. Para mí que
Soraya Sáez de Santamaría se la ha encasquetado a María Teresa cual
propaganda encubierta porque, conforme avanza la predicción, parece que
la suerte nos va a sonreír a todos, no sólo a los de mi signo.
Con lo bien que hubiera estado Sáez de
Santamaría calentita en su casa acunando a su recién nacido y mírala,
ahí la tienes, compareciendo como nadie y recortando como todos, pero a
lo bestia. Al menos hay que reconocer que no necesita leer para dar
sus ruedas de prensa como hacía Fernández de la Vega, incapaz de
levantar la vista de los folios zapateriles. Nuevos tiempos, que los
llaman ahora. Soraya tiene tablas, digan lo que digan, como canta
Raphael. Qué planta, qué melena tan bien puesta, qué naricilla. Lo
tiene todo para jodernos con estilo el potaje de cada día. Va a ser un
año muy difícil, nos advierte, como si no nos hubiéramos dado cuenta
los que no votamos al PP. Al menos nosotros no nos creímos las
palabras de Rajoy cuando aseguró que no subiría los impuestos. ¡Ay!
Está saliendo ahora un resumen de la Pantoja dando las uvas. Mira que
ha perdido kilos esta mujer, a pesar de los que ha mangado
presuntamente. Es un garbancito, que diría mi madre. Engorda y
adelgaza con mucha facilidad. Superemotivo todo, por lo que estoy
viendo en esta repetición. En casa, sin embargo, entró el año de la
mano de la Igartiburu, porque nosotros somos de la pública. Por eso
nos comimos ocho uvas en vez de doce. Los recortes serán duros y hay
que irse acostumbrando. Los que defendemos lo público hemos hundido el
sistema y ahora hay que apechugar, claro, como debe ser y como Dios
manda, que diría Rouco Varela. Qué bonita la jornada de las familias,
¿verdad? Ellos siempre con sus puertas abiertas y acercándose a los
demás. De esta gente tenemos mucho que aprender, sobre todo en estos
próximos cuatro años. La familia cristiana es la verdadera, parece
mentira que haya que repetirlo. Es lo natural, por favor. La mujer
tiene que casarse con un hombre mayor que no es el padre del hijo que
lleva en las entrañas, y el que no lo quiera ver es que no se está
enterando de nada.
Un día se nos cae la Campos de los tacones y se abre la crisma. La pobre, trabajando el día de Año Nuevo. Todo el mundo a trabajar, que dirían los de la OCDE. ¿Qué es eso de estar reunidos en familia? Nada de nada. A currar todo quisqui y los funcionarios dos horas y media más. Con esta subida laboral (no de sueldo, claro), con este aumento, digo, esta columna está pendiente de un hilo. A ver de dónde saco yo ahora el tiempo para escribir estas pataletas que en ocasiones me llevan mucho más tiempo del que acabo de referir. Tal vez sea hora de callarse o de que alguien me ofrezca unos eurillos para continuar (por si cuela). Sospecho que, al final, no será una cosa ni la otra… Habrá que echar esas horas de más, como la Campos, aunque yo, que no me callo porque tengo los pies en el suelo y no en esas infernales plataformas, ya digo aquí que dedicaré ese tiempo extra a leer solo o con mis alumnos y que, además, también tendré que recortar de aquí y de allá y, a partir de enero, no me llevaré las redacciones a casa ni los trabajos, porque los voy a suprimir. Con los exámenes aún no sé qué pasará. Tal vez los quite en Secundaria, ya veremos. Es mi compromiso como funcionario público. Hay que arrimar el hombro con los recortes. Iba a trabajar más el final de esta primera columna de 2012 pero me es imposible. Así que aquí va mi primer escrito recortado. Feliz…
José María García Linares (01/01/2012)
Un día se nos cae la Campos de los tacones y se abre la crisma. La pobre, trabajando el día de Año Nuevo. Todo el mundo a trabajar, que dirían los de la OCDE. ¿Qué es eso de estar reunidos en familia? Nada de nada. A currar todo quisqui y los funcionarios dos horas y media más. Con esta subida laboral (no de sueldo, claro), con este aumento, digo, esta columna está pendiente de un hilo. A ver de dónde saco yo ahora el tiempo para escribir estas pataletas que en ocasiones me llevan mucho más tiempo del que acabo de referir. Tal vez sea hora de callarse o de que alguien me ofrezca unos eurillos para continuar (por si cuela). Sospecho que, al final, no será una cosa ni la otra… Habrá que echar esas horas de más, como la Campos, aunque yo, que no me callo porque tengo los pies en el suelo y no en esas infernales plataformas, ya digo aquí que dedicaré ese tiempo extra a leer solo o con mis alumnos y que, además, también tendré que recortar de aquí y de allá y, a partir de enero, no me llevaré las redacciones a casa ni los trabajos, porque los voy a suprimir. Con los exámenes aún no sé qué pasará. Tal vez los quite en Secundaria, ya veremos. Es mi compromiso como funcionario público. Hay que arrimar el hombro con los recortes. Iba a trabajar más el final de esta primera columna de 2012 pero me es imposible. Así que aquí va mi primer escrito recortado. Feliz…
José María García Linares (01/01/2012)
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