lunes, 1 de febrero de 2010

PIRATAS



Los profesores universitarios deben estar temblando. No es para menos. La LOGSE está a punto de instalarse en los Departamentos y los pedagogos, psicopedagogos y demás teóricos iluminados ya se frotan las manos porque la tarta es de las grandes y de las sabrosas. Asusta comprobar cómo las facultades se llenan de tutorías, contenidos procedimentales, actitudinales, estrategias de enseñanza-aprendizaje y toda la literatura podrida de la secta pedagógica que tanto mal ha hecho al sistema educativo de nuestro país. Los Campus son el último reducto por conquistar. Para muestras basta con el episodio de la Universidad de Sevilla y sus famosas chuletas (no con el resultado sino con la propuesta en sí). Sólo el hecho de plantear la posibilidad es un indicativo de que los piratas han llegado, finalmente, a poner los pies en la isla del tesoro. Por ahora se han tenido que quedar en la orilla, pero no les importa. Ya están aquí. Es cuestión de tiempo.La línea es la misma que en Secundaria y Bachillerato, es decir, premiar al inútil, dejar impune al tramposo y equiparar al buen estudiante con el que no quiere hacer nada a través de una justificación teórica y un aparato burocrático insoportable, falseador y delirante, el mismo que, seguramente, le habrá regalado a los concursantes del programa NI-NI el título de graduado en ESO. No saben hablar, no tienen sentido de la responsabilidad, no han cursado estudios superiores y además no lo sienten como un problema.Que la LOGSE y ahora la LOE son un fracaso lo corrobora el documento "Propuestas para un pacto social y político por la educación", un borrador que acaba de publicar el Ministerio de Educación. Por fin se reconoce que no puede haber sólo un itinerario, que son necesarias varias vías porque todos los alumnos no son iguales. Han sudado sangre con tanta reflexión, desde luego. No nos habíamos dado cuenta en veinte años.El borrador en sí en desalentador. Es evidente que quienes llevan las carteras de educación en los partidos políticos siguen pensando que el profesorado es subnormal, por eso no han debido de contar con ninguno para redactar el preámbulo, repleto de errores sintácticos y gramaticales. Qué les gusta a estos de la secta el gerundio de posterioridad. Se creerán que parecen finos. ¿Por qué no le preguntan a los trabajadores del gremio dónde están los problemas? No se dice nada de la ratio pero sí de la atención individualizada. Echen cuentas. Con treinta y cinco alumnos en clase, ni a dos minutos por hora; tampoco del número de suspensos que no permitirían pasar al siguiente curso ni de la necesidad de un Bachillerato serio y más extenso… Hay mucho más. O mucho menos.Volvemos a quedarnos con cara de imbéciles. Lo mismo tienen razón y todo estos teóricos con sus orgasmos psicopedainútiles, quién sabe. A pesar de tener la mosca detrás de la oreja, muchos esperábamos este documento porque creíamos, oh míseros, oh infelices (esto es de Calderón, para los del gerundio de posterioridad), que Gabilondo era suficientemente inteligente para encabezar el cambio. Qué pardillos.

José María García Linares (01/02/10)