Ahora resulta que es Angela Merkel, según los
medios, la que va a salvar a Europa o a condenarla económicamente. Tan tiesa.
Tan seria. Por fin sabemos todos quién era esa famosa prima de riesgo de la que
todo el mundo ha estado hablando este verano. Prima hermana, diría yo. La
expresión ‘esto lo va a salvar tu prima’ adquiere, de repente todo el sentido.
Digo, con la Merkel… Si su madre, nuestra tía, levantara la cabeza. ¿Nos
salvará sólo a los pobres o también a los ricos? Mejor preguntárselo a Elena
Salgado, la típica nuera estirada que se ha quedado con la cuenta bancaria de
nuestro niño para gastárselo todo en permanentes. Entre ella y Rubalcaba tienen
a los ricachones bebiendo Chivas de doce años para ver si se les pasa el mal
rato del impuesto sobre el patrimonio. Están indignados. Dicen las malas
lenguas que van acampar en Puerto Banús
y Sotogrande al grito de ‘Este impuesto es muy molesto’. Todos beberán Moet
Chandon en las asambleas, para que no haya resquemores de clase, y usarán el
perfume de Hacendado para crear ambientillo sin ofender en la tienda Armani,
que ha cedido sus instalaciones en defensa de la democracia.
Seguro que Ronaldo está también incómodo con este
tema. Él, que es guapo, rico y muy bueno jugando al fútbol, según sus propias
palabras. Está la prensa alterada con estas declaraciones, como si no fuesen
los mismos medios los culpables de haber alzado a la gloria a personas que lo único que hacen es practicar
un deporte. Al menos en España, el modelo que se transmite a través de la
televisión, la prensa o la radio es el de estos nuevos gladiadores que sí, que
son muy guapos, que anuncian
calzoncillos de Calvin Klane y que reciben coches y relojes carísimos por obra
y gracia de unas piernas musculosas. La prensa pretende en su ignorancia que
sea, por ejemplo, el fútbol el que trasmita los valores de la lealtad, la
solidaridad, el compañerismo, etc. Cada dos por tres nos venden este deporte
como símbolo de paz y de amistad, cuando no es más que un juego. Mientras numerosos
colectivos de profesionales sufren para llegar a fin de mes, investigan,
innovan, trabajan por los demás, estos grandes futbolistas se embolsan entre
tres y doce millones de euros. A eso, al parecer, se le llama en España
solidaridad y transmisión de valores. Los medios y las instituciones se
empecinan en mostrárselos a nuestros
hijos como héroes y modelos a quienes seguir, como si la vida fuese sólo
deporte, diversión, adrenalina. Exactamente igual que lo que ocurría en el
circo romano. Y un gladiador es siempre un gladiador, no una monja. Por eso no
habría que rasgarse las vestiduras con Cristiano. No es mentira lo que dice. Es
vanidoso, inculto, millonario y muy bueno, sí señor. ¿Se sale del buenismo ése
hipócrita y principeasturiano del deporte rey vestido de rojo? Sí, pero el
siete madridista no tiene la culpa de que los españoles prefieran a los niños
guapos en vez de a la gente anónima que investiga la cura del alzheimer, los nuevos tratamientos
menos invasivos para el cáncer, las fuentes de energía no contaminantes, o a
quienes llevan al tercer mundo técnicas
de sembrado, infraestructura sanitaria y educativa, etc.
En fin, todo es una bola, que diría mi madre.
Ignorancia, cultura de la imagen, cultura del éxito, dinero fácil y rápido…
Demasiado para un domingo por la tarde.
José María García Linares (19/09/2011)
1 comentario:
Qué hay, Jose María.
La verdad es que suscribo tus palabras sin lugar a dudas. No acabo de entender qué tipo de prima de riesgo se va a aplicar, pero lo que sí me llega sin distorsión alguna es el tema del impuesto de patrimonios y el eterno ensalzamiento del fútbol (cómo lo odio; matizo, me gusta el deporte pero no la religión que lo envuelve).
Justamente echaban ayer en Redes un documental (para qué decir interesante... es implícito) sobre nanotecnología y aplicaciones en la terapia menos invasiva del cáncer o la energía solar. Sería triste comparar audiencias entre Redes y un Barça-Madrid, así que lo dejamos estar.
Un abrazo.
PD: Si te gusta Rilke, en breves colgaré en mi blog un pequeño ensayo comparándolo con un videojuego...
Publicar un comentario